La educación no formal se realiza fuera del marco institucional del centro escolar. Según criterios estructurales la educación formal y no formal se diferencian por la inclusión o exclusión, respectivamente del sistema
educativo reglado o su estructura educativa jerarquizada que se orienta a la provisión de títulos académicos.
La Educación Social es una educación no formal, consiste en procesos formativos que reúnen las características que se han atribuido a este sector educativo: responde a una intencionalidad por parte del Educador o de la Educadora, se realizan mediante procesos metódicos de enseñanza aprendizaje, no forma parte del sistema educativo reglado (Artur Parcerisa, 1999 pp19-20)
En el siguiente documento se explica el papel del educador social como educador no formal has sido escrito por Fernándo López Noguero (profesor en la universidad Pablo Olavide de Sevilla) y Lorena León Solís.
Hola compañera!! Qué tal?? Me parece muy interesante tu blog, que, al igual que el mío, explica aspectos de la educación no formal. Yo en concreto voy poniendo cada día distintas actividades que creo yo que pueden ser interesantes. Ya me dirás que te parece, un saludico!
ResponderEliminarReconocimiento de los aprendizajes no formales e informales. Informe Nacional de España. Octubre 2008.
ResponderEliminarEl documento que ahora me ocupa constituye la versión final del informe sobre reconocimiento de los aprendizajes no formales e informales en España y forma parte de la actividad de la OCDE sobre “Recognition of non-formal and informal learning” (2006-2008). La situación española se caracteriza por la existencia de diversas experiencias en el ámbito del reconocimiento, y por una voluntad política de ampliar y extender dicho ámbito, lo que se ha traducido en la aprobación de diversas leyes. Uno de los retos de la situación educativa ha sido la inmigración en cuanto lo que supone de soporte para la estabilidad social en su conjunto, derivada de los grados de competencias profesionales que poseen los inmigrantes. En este sentido, el reconocimiento de los aprendizajes no formales e informales es el Estado quien define los estándares de cada diploma y certificado profesional, además de los requisitos y procedimientos de validación. Para ello se dirige al público en general actividades fundamentalmente a la población adulta, así como a los jóvenes que abandonaron prematuramente su educación. Los vínculos, pues, entre la cualificación profesional y el reconocimiento con validez académica se produce por la superación de programas formativos oficiales o bien superando un proceso de evaluación sin haber cursado esos programas formativos. Así, pues, el reconocimiento de competencias profesionales evaluadas a quienes las hayan adquirido a través de experiencia laboral, o de vías no formales de formación, se hace a través de títulos de formación profesional y certificados de profesionalidad. Por tanto, concluimos que no existe una diferencia en la acreditación de los aprendizajes formales y los no formales e informales; es el mismo título o certificado de profesionalidad en cada caso el que se obtiene, bien a través de formación reglada, o a través de la validación de aprendizajes adquiridos por otras vías. El sistema de reconocimiento responde a nuevas necesidades de democratización: optimizar la puesta en práctica del principio de educación permanente y coherencia con las consecuencias de aprender a aprender. No se trata tanto de democratizar la escuela, sino de democratizar el reconocimiento de aprendizajes sin distinción de clase, género, etnia o edad. En el informe se recoge que España ha apostado de forma clara porque el aprendizaje a lo largo de la vida sea una realidad en nuestro país, y se considera una estrategia para el desarrollo y la mejora del reconocimiento de los aprendizajes adquiridos por vías no formales e informales. En definitiva, en España la atención prestada a este fenómeno de validación y reconocimiento de los aprendizajes no formales e informales está comenzando a extenderse a sectores de la población muy diversos. Políticos, empresarios, trabajadores, docentes y ciudadanos en general, por distintas razones, están cada vez más pendientes del rumbo que ha de tomar este fenómeno.